El objetivo de esta herramienta es diferenciar y analizar en qué invertimos nuestro tiempo, ya que hay cosas sobre las que tenemos control y otras sobre las que no tenemos ningún tipo de control.
El círculo de preocupación abarca todas las cosas que nos preocupan, sobre las que no tenemos ningún control y el círculo de influencia abarca las cosas sobre las que tenemos control directo.
El objetivo es reflexionar sobre cómo se malgasta el tiempo en cosas que preocupan, pero sobre las que no se tiene ningún tipo de control y terminan siendo una pérdida de tiempo.
En cambio, si trabajas dentro de tu círculo de influencia, sobre las cosas que, si puedes cambiar, entonces estás aprovechando completamente tu tiempo y puedes hacer que tu círculo de influencia crezca y que abarque más temas.
Hay una frase que nos permite reflexionar al respecto y fue tomada de la asociación de lucha contra el alcoholismo, Alcohólicos Anónimos: «Señor, concédeme coraje para cambiar las cosas que pueden y deben cambiarse, serenidad para aceptar las cosas que no pueden cambiarse, y sabiduría para establecer la diferencia entre éstas».
Las personas proactivas dedican su tiempo a trabajar dentro de su círculo de influencia, haciendo que sea cada vez más grande. Sea cual sea el problema, está en nuestras manos dar el primer paso hacia la solución. Dentro de nuestro círculo de influencia están los cambios en nuestros hábitos, de nuestros métodos de influencia, y del modo en que vemos las dificultades que no controlamos.
Todos nosotros sabemos, que detrás del escudo de todas las excusas que cada uno de nosotros tenemos, está la realidad de que tenemos suficiente potencial para conseguir prácticamente todo lo que nos propongamos. La reflexión de esta herramienta permite analizar el paradigma inefectivo: soy producto de las circunstancias por el paradigma efectivo: soy producto de mis decisiones.